Los santos, en los altares

Autor:  Padre Justo López Melús

 


Una poco conocida comedia de Benavente se titula Los santos para el Cielo y los altares. A los hombres, explica, nos encantan los santos cuando ya están quietecitos y tranquilos en el Cielo y en los altares. Pero cuando están en la vida nos complican, su radicalidad nos molesta, son muy incómodos para nuestra mediocridad. Quizá por eso muchas vidas de santos nos los presentan tan blandos y acaramelados, para que no nos estropeen la digestión.

Pero ellos son la salvación de la Iglesia. El verdadero honor de la cristiandad no son los reyes, ni los jerarcas, ni los templos dorados, sino los santos. El día de mañana no contarán los hombres importantes de la Iglesia. Habrá caído el oropel, y sólo quedará el oro puro de los santos. Pero, sí, de momento molestan. Como decía un humorista: «Vivir con los santos en el Cielo es una gloria, vivir con los santos en la Tierra... es otra historia».