El cuarto del mal humor

Autor:  Padre Justo López Melús

 


Hay personas masoquistas que se autoflagelan voluntariamente. Buscan compasión de los demás, prefieren llorar entes que reír. No saben que Dios nos ha hecho de forma que sea más fácil reír que llorar. En efecto, para reír sólo contraemos 19 músculos de la cara; para llorar contraemos 57 músculos. Algunos parecen que han hecho profesión perpetua de plañideros, de quejumbrosos, de jeremíacos inconsolables.

Los que disfrutan fomentando su tristeza deberían formar juntos una congregación. O, por lo menos, recluirse para no contagiar a los demás. Se cuenta que en algunos sitios de la India se reserva en las casas una habitación ?la Krodhagava?, en la que se aísla voluntariamente cada miembro de la familia cuando se da cuenta de que no puede dominar su mal humor y va a contagiar a los demás. Esa habitación se llama el cuarto del mal humor.