La oración como suspiro

Autor: Padre Justo López Melús

 

 

¿Cuál es la oración que más aprecia el Señor? Un zapatero le contaba a un rabino: «No sé cómo hacer la oración de la mañana. Los pobres me traen sus zapatos, su único par, al atardecer. No los termino por la noche y he de terminarlos por la mañana, para que cuando van al trabajo los tengan ya preparados.¿Qué solución debo tomar para hacer la oración de la mañana?

El rabino, a su vez, le preguntó: «¿Qué hacías hasta ahora?» «A veces hago la oración de prisa y vuelvo al trabajo, pero eso me deja intranquilo. Otras veces dejo la oración, pero noto que me falta algo. Y otras veces, cada vez que golpeo el zapato, mi corazón suspira: ¡Qué desgraciado soy, pues no soy capaz de hacer mi oración de la mañana!» Y el rabino le respondió: «Si yo fuera Dios, apreciaría más ese suspiro que la oración».