La vieja y la cebolla

Autor: Padre Justo López Melús

 

 

Había una vez una vieja muy mala, cuenta Dostoievski, y murió. Llegaron los demonios y la echaron al lago de fuego, pero el ángel de la guarda se presentó a Dios y le dijo: «Esta mujer una vez arrancó de un huerto una cebolla y se la dio a un pobre». Y Dios le respondió: «Toma esta cebolla y échala al lago para que se agarre de ella. Si la saca del lago, irá al Paraíso; pero si la cebolla se rompe, tendrá que quedarse en el Infierno».

El ángel fue hacia la mujer y le dijo: «Toma esta cebolla y agárrate fuerte, a ver si te puedo sacar». Ya casi la había sacado cuando otros pecadores se dieron cuenta y se agarraron a la mujer para salir también. Pero la mujer era mala y les pateaba gritando: «Esta cebolla es mía, y me va a sacar, no a ustedes». Entonces la cebolla se rompió y la mujer volvió a caer en el lago para siempre. «No estamos destinados a salvarnos solos» (Beato Mosén Sol).