Tareas intransferibles

Autor: Padre Justo López Melús

 

 

Hay tareas que no se pueden encomendar a nadie. Son personales e intransferibles. Al final de la persecución religiosa en España hubo un fuerte resurgir religioso. Se pusieron de moda las tandas de Ejercicios Espirituales. El Athletic de Bilbao los practicaba todos los años. Eran seis días de riguroso silencio. En una ciudad los convocaron para las autoridades. Y, como el gobernador civil no podía hacerlos, envió para que le «representara» su secretario particular,

Hay misiones que nadie puede proyectar por mí. Visitaba el rey Alfonso XIII el colegio de los padres jesuitas de Madrid. El padre rector le iba presentando a los padres: «Este padre es un sabio. Este otro es un santo. Éste es un filólogo de fama internacional. Éste es un místico...». Entonces apareció un hermano hortelano, y el rey comentó: «Y éste, ni santo ni sabio». «A éste, Majestad, lo tenemos destinado para mártir en las misiones de Japón».