Un pedazo de cielo

Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD

Sitio del Padre

 

 

   A un discípulo que vivía obsesionado por la idea de la vida después de la muerte le dijo al Maestro ¿Por qué malgastas un solo momento pensando en la otra vida? 

   Pero ¿acaso es posible no hacerlo? 

   Si 

   ¿Y cómo? 

   Viviendo el cielo, aquí y ahora.

   ¿Y donde está el cielo?

   Aquí y ahora mismo. 

Anthony de Mello

 

   El cielo existe donde está Dios, el Dios de nuestros padres, aquél que es capaz de llamar de la nada a la existencia y que tiene preparado su reino  “a los suyos desde la fundación del mundo” (Mt 25.34). Este reino es un reino de amor, de justicia, de paz, de alegría, de buen humor: el cielo. 

   Nosotros entendemos por cielo el lugar donde se pasa bien, done quisiéramos establecer la morada eternamente. Cuando nos sentimos a gusto lo exteriorizamos con la alegría, con un rostro brillante, con unos ojos relucientes y saltarines. En los salmos se pide esta alegría: “sonríeme, por favor; tu sonrisa me arrancará del dolor” (Sal 31.17), y se experimenta cómo el Señor ha cambiado nuestra suerte, pues “la boca se nos llena de risas y la lengua de cantares” (Sal, 126.3). Contemplando el rostro de Dios, se vuelve uno restaurado, radiante; al mirarlo se encuentra la alegría. 

  Santa Teresa llevaba los dolores con mucha alegría y con el mismo contento tomaba lo sabroso y lo amargo. La razón de esta alegría estaba en el Resucitado. Sólo imaginarle salir del sepulcro, la hacía sentir esa inmensa alegría con sabor a gloria. El sentirse hija de Dios, el sentir su amor, eran razones suficientes para caminar alegre. Por eso aconsejaba a andar alegres, a estar alegres, pero con alegría humilde, modesta, afable y edificativa.  

 Si se siente a Dios, si se cree en Dios, se puede gozar anticipadamente del cielo. Hay un peligro: El querer “almacenar2 méritos para el mañana a costa de sacrificios, a costa de pensar en el después de la muerte. ¡Cuán sabios son los que disfrutan cada momento, el hoy, sabiendo que Dios les puede llenar de gozo y contento toda su existencia! Es como saborear un pedazo de cielo anticipadamente.