Dios está en la cárcel

Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD

Sitio del Padre

 

 

  En la cárcel común, había dos presos políticos. Uno de ellos tenía ideas religiosas muy débiles. Cavilaba, continuamente, sobre su situación injusta y nutría sus rencores y deseos de venganza. La poca fe que tenía la perdió: Dios no podía existir en un mundo malo e injusto. Vivía amargado por no estar en libertad y rápidamente, recurrió a las drogas. Se hizo un adicto, y perdió la poca dignidad y principios morales que le quedaban.

El otro preso era un cristiano fervoroso. Partió de la base que Dios también estaba en la cárcel y que esté donde esté, Dios es siempre misericordia y liberación. Se olvidó del pasado y se concentró en el presente y en lo que ahí y ahora podía hacer por los demás.

Como había estudiado leyes, pudo ayudar a otros presos en sus diligencias para acortar su condena, y varios consiguieron, así su libertad. Creó con otros presos grupos de Biblia y oración. Así encontró sentido a su estadía en la cárcel, y un significado nuevo en su vida. Se mantuvo en paz y creció más y más en libertad interior.

Segundo Galilea



¡Cuánto pasa el ser humano antes de llegar a la cárcel y después! Normalmente, las cárceles están llenas de personas que vivieron en suburbios, en barrios chinos, orfanatos, reformatorios…De alguna forma son genes que han sido marginadas por la sociedad, o ellos mismos se han marginado. En esta marginación han sufrido con otros el dormir en la calle, el dormir con la misma ropa durante varios meses, el vivir de limosna, el ver su cuerpo llagado, el sentir el desprecio de los suyos, el pasar de largo de la gente…

Y muchos, desde la cárcel de rejas, desde un hospital, o sencillamente desde el diagnóstico de una enfermedad, quieren hacer algo por los “otros presos” comunes, políticos, religiosos o de cualquier clase.

Eso es lo que quiere Ricky, enfermo con Sida: ayudar a otros y que el mundo lo escuche. Ricky es un adolescente que ha escrito un libro sobre su lucha con el Sida. El es consciente de que posiblemente muera, pero quiere hacer algo en beneficio de los otros, para que mental y emocionalmente puedan vivir el tiempo que les queda antes del encuentro con el Padre de todos.

Dios también está en la cárcel y El es misericordia y liberación. Quien se ha encontrado con El, se libera de cualquier tipo de opresión y hace lo que puede por salvar a los otros, “por acortar la condena”, por descerrajar las rejas, por derrumbar muros, por que los pájaros y las flores puedan cantar libertad.


Carcelero, abre la puerta
que se acerca el alba.
Quita el cerrojo,
levanta el cepo,
deja que vuele el alma.


Carcelero, abre la puerta
que se acerca el alba.
Anoche soñé con claveles, rosas,
vi cercana la mañana.


Carcelero, abra la puerta
que se acerca el alba,
y de voy de vuelo
con miles de alas en el alma