Tú eres un ser humano roto si...

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. Ante la derrota te das por vencido

. Si la adversidad te vence

. Si la realidad es más grande que tu imaginación

. Si abdicas a seguir luchando

. Si el cansancio te derrota

. Si no puedes enfrentar el fracaso

. Si la crítica te vence

. Si las circunstancias no son como tus deseos

. Si un no rotundo te descalifica

. Si la humillación y el desprecio son más grandes que tu orgullo
para seguir intentándolo hasta conseguir lo que deseas

Sí, el ser humano está roto en mil pedazos, 
si él mismo se deja fragmentar por la realidad, 
por los obstáculos que encuentra en su camino,
cuando sus anhelos son hechos trizas 
por la voluntad de los demás, 
cuando somete sus sueños a la crítica 
y se deja influir a tal grado 
que lo convierten en realista, 
es un auténtico cobarde, 
pues renuncia a su parte más bella 
que son sus propios sueños.

Sí, los seres humanos rotos existen, 
cuando han destrozado ellos mismos sus sueños,
jamás volverán a ser íntegros, 
se han faltado al respeto, 
en el fondo de su ser 
se desprecian profundamente 
pues ya no creen en su persona,
la han fragmentado a tal grado 
que ya ni siquiera intentan volverse a integrar 
para estar en posibilidad de volverse a amar.

Existen por supuesto seres humanos 
que han sido rotos no una vez 
sino en muchas ocasiones 
y han tenido la humildad de reconocerlo, 
y han buscado y unido cada una de sus partes 
y han surgido aun más fuertes 
de como eran antes.

El ser humano 
que ha experimentado la destrucción
está más dotado para comprender 
la maravillosa experiencia 
de volverse a construir a sí mismo, 
de reconocerse débil 
para aumentar sus fortalezas, 
de saberse frágil para protegerse; 
conocedor de su sensibilidad 
hace surgir su auténtica sabiduría.

Si tú has sido roto en algún momento de tu vida, 
te pregunto: 
- ¿Sigues hecho pedazos? 
- ¿Ya no te piensas levantar? 
- ¿Serás un derrotado el resto de tu vida? 
- ¿Ya no existe en ti el valor de levantarte
y regresar a la lucha con mayor vitalidad?


Los Líderes de Excelencia han sido despedazados
en innumerables ocasiones,
su voluntad y determinación 
han sido mayores a todas las adversidades, 
por eso son invencibles, irreductibles, 
tienen la valentía 
de volverse a recuperar a sí mismos 
y emprender su lucha como si en el pasado 
no hubieran logrado nada, 
los caracteriza no su pasado 
sino sus anhelos de lo que desean lograr, 
eso marca su grandeza.