Regalos que nada cuestan

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El regalo de escuchar. 
Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. 

Sólo escuchar.

El regalo del cariño.
Ser generoso con besos, abrazos, una palabra amable, un apretón de manos. 

Con estas pequeñas acciones demuestras el cariño por tu familia y amigos.

El regalo de la sonrisa.
Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas, y tu regalo dirá "me gusta reír contigo".


El regalo de una nota escrita.
Puede ser un simple "gracias por ayudarme". 

Un detallito así puede ser recordado toda una vida, y aún, tal vez, inclusive cambiarla.

El regalo del reconocimiento.
Un simple, pero sincero "te ves preciosa con ese vestido", "has hecho un gran trabajo", "fue una cena estupenda", "muchas gracias", "eres un cielo", "qué suerte tenerte cerca"... pueden convertir en especial un día ordinario.

El regalo del favor.
Todo los días procura hacer un favor.

El regalo de la soledad.
Hay momentos en que preferimos estar solos. 

En esas ocasiones especiales ofrécete ese regalo a ti mismo, o pídele a otros que te lo obsequien.