Cuidar la relación

Autor:  Gonzalo Gallo González

 

 

Un experto en terapia familiar me aseguró que lo grave de muchas relaciones no radica en los conflictos que afrontan sino en estas dos actitudes negativas:

1. La incapacidad de muchos para reconocer sus errores y buscar ayuda. Se creen perfectos y culpan a su pareja de los males.

2. La inmadurez y la inconstancia para manejar los problemas. Esperan soluciones cómodas e inmediatas. Yo estuve de acuerdo con su diagnóstico y me permití agregarle otras dos razones:

3. La nula o pobrísima vida espiritual de las parejas. Carecen de energía interior porque su espiritualidad es de papel.

4. El pobre papel que desempeñan los parientes: Se parcializan, dan como única salida la separación y juzgan sin discernir.

Conviene que meditemos sobre estos dos puntos porque es alarmante el número de fracasos que se podían haber evitado.

Y hay otro punto para resaltar. Pocas parejas cuidan su relación y previenen los problemas. No, viven de la inercia y, claro, toda planta se muere sin cuidados diarios. ¡Qué pena, somos reactivos en lugar de ser proactivos!