Conciencia ecológica

Autor:  Gonzalo Gallo González

 

 

Cada cinco segundos desaparece un área de bosque del tamaño de un estadio de fútbol. ¡Qué horror!

Eso significa que cuando los nietos sean adultos tal vez ya no haya bosques sobre la tierra, y sólo los conozcan en fotos o en videos.

Tenemos que amar y cuidar este planeta en lugar de convertirlo en un árido desierto, sin aire, sin agua y sin verdor.

Y uno de los caminos para practicar la ecología es ahorrar agua, no contaminar el aire y sembrar árboles.

Pero hay algo más urgente: Debemos acabar con un consumismo desaforado que nos convierte en compradores compulsivos.

No nos dejemos manejar por una publicidad que multiplica "necesidades innecesaria", como la criticaba Bernard Shaw.

Aunque no sea fácil tenemos que aprender a decir "eso no lo necesito", y dejar de ser esclavos de la moda y las marcas.

Asumamos algún compromiso para que la ecología no se quede en palabras. No es una afición, es un desafío antes de que sea demasiado tarde. Como lo ha sido para las especies extintas.