El cielo tras las rejas

Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.

 

 

Teófilo Pereira cuenta que en la casa donde fue de visita, le dieron una habitación con vista a las sierras. “Cuando volví a la habitación por la noche –dice-, abrí la ventana, y con mucho gozo descubrí el hermoso cielo estrellado de las Sierras de Córdoba; hasta que tomé conciencia de las rejas de la ventana. Eran unas rejas angostas que hacían imposible mirar las estrellas sin ver también las rejas delante, aunque uno metiera la nariz entre ellas”. “Yo conocía esas estrellas desde mi pueblo –dice Pereira-, sin limitaciones y sin rejas veía todo el cielo sin que nada me cortara el horizonte”.

“Con las rejas delante, el pensamiento se me fue a la gente prisionera, no sólo a los internos de las cárceles –refiere Pereira-; pensé en los que están encerrados en el sin sentido de la vida, en los presos de la angustia y el miedo, en los encadenados por las pasiones y los vicios como el alcohol, el juego, o la incapacidad de sostener un compromiso con la familia”.

“Detrás de las rejas pensé en los que no se dan cuenta que son enfermamente prisioneros de las modas, de la sociedad, del ambiente; pensé en los que están prisioneros por propia decisión y en los que están encerrados porque quieren; en los que están atados por la enfermedad física, psíquica; en los internos inocentes de las cárceles, en los que llevan años esperando una sentencia, en los culpables condenados, en los corruptos sueltos, en los jueces injustos”...

Señor, vos que también estuviste preso, libéranos por tu amor de todas las prisiones que oprimen el corazón y cierran el horizonte.