Feliz culpa

Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.

 

 

'Feliz culpa que nos mereció tan grande redentor', canta con gozo extraordinario el pregón pascual anunciando la resurrección de Cristo.
¿Qué pensás de esto? ¿No es un escándalo proclamar feliz la culpa?
¿Pero acaso no es mayor escándalo que el mismo Dios se abaje tanto para sacar al hombre del precipicio en el que ha caído, el abismo del egoísmo y la injusticia, de donde no puede salir jamás por sí mismo?
El egoísmo y la injusticia son tan malos y dañinos para el hombre, que le abortan su destino de felicidad, lo extravían del único camino, el camino del amor.
El que ha probado esta orfandad y extravío, entiende la grandeza y la profundidad del amor que le ofrece la salvación.
Cuando estabas hundido en la miseria del pecado, y probaste la impotencia de tus propias fuerzas para salir del foso de la muerte y suplicaste ayuda y te encontraste con el perdón infinito de Dios buscándote, entonces conocés la profundidad de la misericordia de Dios.
La profundidad del abismo mide también el amor y la condescendencia de Dios con nosotros.
Por eso el pregón pascual canta lleno de gozo: ‘Feliz culpa que nos mereció tan grande redentor’.
Feliz culpa si por ella entendiste que en el pecado no está lo mejor.
Feliz culpa si por ella dejaste de confiar en tu fuerza y en tu capacidad, y pusiste toda tu confianza en el amor de Dios.
Feliz culpa si por ella conozco la magnitud de la misericordia de Dios.


Fuente: Reflexiones 21, Misión Jesuita Multimedia - Compañía de Jesús - Argentina