Anunciación del Señor

Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.

 

 

El Hijo de Dios no cayó del cielo como un marciano, el Hijo de Dios tomo nuestra carne, se hizo uno de los nuestros en el seno de María de Nazaret.
Para que su Hijo querido estuviera entre nosotros Dios se vale de lo mejor que tenemos, de lo más hermoso que ha creado, la ternura de la mujer, la maternidad de la mujer, su capacidad de engendrar y gestar un hijo y este encuentro entre el amor de Dios y lo mejor de la humanidad aparece en la anunciación del ángel a María: Concebirás y darás a luz un hijo, le dice el ángel a María de Nazaret. María virgen la responde cómo puede ser esto si no tengo relaciones con ningún hombre. El Espíritu Santo descenderá sobre ti, le dice el ángel y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra.
Este encuentro, es un encuentro de amor entre Dios y la humanidad; es la decisión, la voluntad de Dios de estar entre nosotros. Dios dialoga con la humanidad en la persona de María y la repuesta de amor, son el marco en el que el Hijo de Dios es engendrado para ser uno más de los nuestros.
Desde el principio de la reconciliación entre Dios y los hombres ésta presente la mujer con su capacidad de amar y ser madre...
Gracias Señor por la mujer y por el don extraordinario de la maternidad de la que se valió también tu Hijo, para salvarnos.


Fuente: Reflexiones 21, Misión Jesuita Multimedia - Compañía de Jesús - Argentina