La profesión de Dios
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La esposa de Perugini le preguntó en cierta ocasión si le daba miedo morir sin confesión. Y Perugini
le contestó: “Míralo de este modo, querida: mi profesión es la de pintor, y creo haber destacado
como tal. La profesión de Dios consiste en perdonar; y si él es tan bueno en su profesión como lo he
sido yo en la mía, no veo razón alguna para tener miedo”.