No fijarse en el aspecto

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Se encontraba una familia de cinco personas pasando el día en la playa. Los niños estaban haciendo 
castillos de arena junto al agua cuando, a lo lejos, apareció una anciana, con sus vestidos sucios y 
harapientos, que recogía cosas del suelo y las introducía en una bolsa.
Los padres llamaron junto a sí a los niños y les dijeron que no se acercaran a la anciana. Cuando 
ésta pasó junto a ellos, inclinándose una y otra vez para recoger cosas del suelo, dirigió una 
sonrisa a la familia. Pero no le devolvieron el saludo.
Muchas semanas más tarde supieron que la anciana llevaba toda su vida limpiando la playa de 
cristales para que los niños no se hirieran los pies.