Aceptar la enfermedad

Autor: Padre Pedro Lyormet,  S.J.

 

 

He aquí mi vida, Señor,

quiero poner en ella amor para Tí.

Esto, en apariencia, es poco glorioso;

mi amor tendrá que manifestarse

humildemente, por mi paciencia en soportar

la monotonía de los días y el retorno

incesante del mal.

 

No tendré ni la gloria de sufrir bellamente,

pues la enfermedad mo permite ilusiones

sobre los propios defectos.

 

Mi heroísmo consistirá en sonreír a pesar de

todo, en aceptar mis imperfecciones, y sobre

todo de aparecer ante los demás con mis debilidades.

 

Estaría satisfecho si logro:

 

Ser menos duro con los que me cuidan,

compartir una palabra con mis vecinos de

dolor, rezar por mis hermanos enfermos.

 

Todo esto es un trabajo muy duro, Señor;

preferiría predicar el Evangelio en Äfrica,

y sin duda me sería mucho más fácil; pero

 

¿ Se trata de hacer lo que yo quiero o de

cumplir Vuestra Voluntad, Señor ?