Ahora es cuando Dios te oye mejor

Autor: Carlos Torres Pastorino

 

 

Cuando el espíritu se siente infinitamente triste, se abre el cielo y su luz
radiante te ilumina nuevamente el alma.

Cuando el espíritu se halla profundamente sumergido en el barro, busca una
piedra para apoyar los pies y subir otra vez hasta la superficie.

Cuando el espíritu está totalmente perdido en el océano revuelto por la inmensidad de las olas, se presenta una tabla de salvación donde agarrarse,
evitar el naufragio y volver a la orilla.

Cuando el espíritu está completamente cansado, sin aliento, colgando de una
rama al borde del abismo, del cielo baja la cuerda para levantarlo.

Cuando el espíritu está a punto de morir de dolor, destrozado por calumnias
inhumanas y desgarrado por los hierros del martirio, surge en tu interior el
sol de luz que te levanta alegre y vencedor a las esferas del espíritu.

No te desanimes nunca, pues, por hondo que sea el abismo donde creas encontrarte, es en el punto más bajo de la humildad el lugar donde mejor se
oye la voz de Dios.