Comparación

Autor: Juan Ángel Moliterni y Ma. del Carmen Prantera

 

 

El comparar conlleva lo inferior y lo superior.
Cuando no comparas,
toda inferioridad, toda superioridad,
desaparece.

Entonces eres TÚ.

Simplemente estás ahí;
un pequeño arbusto
o un enorme árbol,
no importa, 
eres tú mismo.

TÚ eres necesario...

Una hoja de hierba es tan necesaria
como la estrella más grande.

Sin la hoja de hierba,
Dios será menos de lo que es.

El canto del "cucú" hace tanta falta
como cualquier Buda.
El mundo será menos rico
si este "cucú" desaparece.

Simplemente mira a tu alrededor.
Todo es necesario 
y cada cosa encaja una con la otra. 
Es una unidad orgánica:

Nadie es más alto.
Nadie es más bajo.
Nadie es superior.
Nadie es inferior.

Todo el mundo es incomparablemente único.

¿Quién te ha dicho alguna vez
que el bambú es más hermoso
que el roble?

¿Ó que el roble es más valioso
qué el bambú?

¿Tiene celos el bambú del roble
porque es más grande 
y sus hojas cambian de color en el otoño?

La idea misma de que dos árboles
se comparen parece ridícula,
pero los humanos parecemos tener
un hábito muy difícil de romper.

Encarémoslo...

Siempre va haber alguien más hermoso,
más talentoso,
más fuerte, más inteligente,
o aparentemente más feliz
de lo que tú eres.

Y, al contrario,
siempe habrá aquellos que sean
menos que tú en todos estos campos.

La forma de encontrar quien eres
no consiste en que te compares con otros,
sino en tratar de ver 
si estás realizando tu propio potencial
de la mejor manera que sabes.