Confía en Mi

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Yo He dado Mi vida y Mi Sangre a los hombres. La sangre para lavarlos y la vida para hacerlos resucitar.

Mi pasión en el alma, no podría expresarse sin disminuir Su grandeza, pero hablo de ella para animarte a considerarla, para hacerlos penetrar en Mis secretos a fin de que permanezcan prisioneros de Mí y saquen provecho.

Quisiera ahorrar a Mi criatura todo sufrimiento, si así la ayudara y Me bastaría haberlos soportado Yo por su amor. Pero no puedo ocultar Mi Pasión, más bien debo hacerla flamear en aquellos que quieren agradarme en la vía de amor aceptada.

Hija Mía, amor de Mis dolores, confía en Mí. Yo cuido de Mis almas y las encamino siempre a lo que les He prometido, a las cosas por las que cada uno debe dar su cuota de amor. Estas unida a Mí en estado de adhesión a Mi Querer y esto Me complace, pero no es todo lo que Yo quiero, porque deseo que tú seas una masa suave en la que deberé imprimir todo lo que Mi ardiente Corazón desea.

Escucha Mi grito que repercute, sediento de amor en tí. Este grito parte de Mi pecho exangüe y se renueva más o menos según la correspondencia que encuentra en muchas almas escogidas por Mí con preferencia.

¿Qué buscas en tu inteligencia, qué buscas a tientas en la oscuridad que te circunda, en tanto quisieras que Yo diese una forma a Mis palabras? ¿No sabes que eres una compañera Mía del Huerto? Y como a tal, nadie te verá, ni siquiera tú misma.

Alta Sabiduría, infinito Amor Me mueve y tú, flor de Mi Pasión, Amor de Mis dolores, alimenta lo que te inspiro, sin temor y sin consideración a consecuencia alguna, porque Mi ejemplo debe servirte como perfecto modelo de tu vida. Yo estaba solo con el Padre y tan solo que, experimenté la máxima turbación. Tú Me agradarás si permaneces en la soledad Conmigo, sin ningún apoyo. Este sufrimiento tuyo es parte de la prueba de la que te hablé. Ofrécelo al Padre para consolarme. Cada día haremos un ofrecimiento. Empieza Conmigo.

Jesús

Obtenido: Apostolado de la Nueva Evangelización