Credo del Amigo

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Creo en vos, amigo, que me miras a los ojos y tratas de descubrirme en lo más profundo mío, y basta que nos miremos para que me entiendas como estoy.

Creo en vos, amigo, que me das tu mano sobre todo cuando solo, abandonado y que bueno que me ofrezcas sin reclamar nada.

Creo en vos, amigo, que me dejas ser y respetas mis silencios, que captas mis broncas y amarguras sin preguntar los "por que".

Creo en vos, amigo, que me ofreces tu silencio, tu pregunta: ¿qué tal, como andas?, aunque a lo mejor no te responda nada.

Creo en vos, amigo, con quien puedo llorar cuando a veces no doy mas, porque a veces uno necesita el desahogo, el pañuelo del amigo, para volcar la propia impotencia y las debilidades.

Creo en vos, amigo, que me das las llaves de tu casa y me decís "es la tuya", para que te sientas en familia, y me la das así sin secretos, sin tapar nada.

Creo en vos, amigo, que me das tu ternura, tu abrazo sincero, tu apretón de manos, sabes que bien me hace y que alegría me da.

Creo en vos, amigo, que sabes aguantarme y soportar mis complicaciones, mis preguntas, mis angustias.

Creo en vos, amigo, porque me siento amado, querido, comprendido, respetado por vos, porque a tu lado me siento mas persona.

Creo en vos, Virgen María, mi amiga, quiero mirarme siempre en tus ojos, quiero ser todo tuyo, captar la vida maravillosa que me ofreces.

Creo en vos, Jesús, con quien comparto los momentos de oración, de silencio, porque me vas haciendo hombre de adentro.

Creo en vos, Jesús, hasta lo ultimo, para lo que quieras, aunque a veces me cuesta decírtelo, porque me da miedo, pero con tan solo pensar en tu amor, me siento feliz, pleno entero.

Creo en vos, Jesús, que me enseñas a amar, cada vez mas, dándome sin reservas, queriendo amar siempre mas con mas fuerza a lo que mas lo necesitan: los niños y los pobres.

Creo en vos, AMIGO, TE QUIERO Y TE NECESITO

¡QUE DIOS TE BENDIGA!