Cristo Vive !

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Fue el grito unánime y vivencial de los Apóstoles a partir de la Resurrección de Cristo, encontrándose transformados por el espíritu de Jesús, que les impedía anunciar su mensaje con valor.

Fue la certeza profunda y seguridad serena que forzaba a los mártires a testificar por Cristo, y tener por título de gloria ser triturados por las fauces del león.

Fue la fuerza incontenible y el arrojo valiente de tantos y tantas, santos y santas, doctores y vírgenes, misioneros y ascetas... legión incontable, famosos y desconocidos, que entregaron su vida, trabajo y verdad en aras de la fe y de un mundo en paz.

Es, hoy, el slogan de cuantos buscan ansiosos nuevos caminos para un mundo que, a pesar de la guerra, el hambre, y la injusticia, esperan posible la paz, el desarrollo y el bien para todos.

Es, hoy, el leit motiv, ideal vertebral, que lleva al heroísmo a cuantos, aún quedando destrozadas sus vidas, sueñan plantar los valores cristianos en todo el mundo.

Es, hoy, la frase hecha, que sirve de "come-coco" de quienes intentan "vivir a tope" las exigencias de su fe y activan en sus ambientes acciones salvadoras, que hacen realidad dicha frase.

Debe ser un reto constante de acción en conseguir los objetivos de desarrollo, participación y paz en el mundo, hasta desterrar el pasotismo y el pesimismo de muchos corazones.

Debe ser un toque de paz que, a base de profunda reflexión, lleve serenidad al espíritu y clarividencia a la mente, donde, alejada toda guerra, tensión o división, se cree un "mundo nuevo" y un "hombre nuevo".

Debe ser una certeza profunda de lograr hacer posible lo imposible, aunando todo esfuerzo a la gracia del "Cristo que vive" y fundamenta toda esperanza. Vive tú así: ¡CRISTO VIVE!.