Decálogo de los lugares y símbolos de la Pascua

Autor: Padre Jesús de las Heras Muela


    

La Iglesia celebra durante 50 días la resurrección del Señor... Los cristianos debemos siempre descubrir, sentir y transmitir la Pascua. Ojalá nos ayude para ello los siguientes decálogos de resurrección. La pascua no puede esperar para los cristianos.

1.- El jardín, el huerto: Allí tiene lugar la resurrección en evocación quizás del misterio amoroso y nupcial del Cantar de los Cantares. Jesucristo será ya para siempre el amor y amado.

2.- La piedra corrida: La fuerza de la resurrección ha podido con la piedra del sepulcro. La tierra se ha abierto. El grano de trigo, enterrado en ella, da fruto para siempre.

3.- El sepulcro vacío: No existe, pues, el cuerpo muerto del Señor. Verdaderamente ha resucitado en la carne. También nosotros resucitaremos como El y nuestros sepulcros quedarán vacíos.

4.- La sábana y el sudario: Quien estaba yaciente y cubierto con ellos se ha despojado de los ropajes de la muerte y se ha revestido de gloria para eternidad.

5.- El cuerpo glorioso y llagado: Jesucristo resucita en la carne, en cuerpo llagado y glorioso. No es un fantasma. Su cuerpo resucitado es presencia definitiva de Dios:
su Templo verdadero.

6.- El cenáculo: El cenáculo fue el lugar de la última cena. El cenáculo resuma atmósfera de intimidad, misterio, prodigio, gracia, plegaria, comunidad fraterna.
En los cenáculos nuestros de cada día encontraremos también al Señor Resucitado.

7.- El camino: Él es el camino, la verdad y la vida. En el camino, Jesús Resucitado se aparece a los discípulos. La vida de la Iglesia es siempre camino, es el camino de la humanidad.

8.- Las Escrituras: La Palabra de Dios es siempre verdad, anuncio y promesa de la resurrección. Jesucristo es la Palabra.

9.- La fracción del pan y el pez asado: La fracción del pan es símbolo de la eucaristía. El pez, en las siglas de su nombre griego, es el mismo nombre de Jesús.

10.- Galilea y el mar de Tiberíades: La Galilea del Resucitado y de sus testigos es el mundo, la historia y la humanidad enteras. Y Galilea, su mar grande de Tiberíades, es la imagen por excelencia de la Iglesia, prolongación de Jesucristo.


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