Deja que sea yo la que actue

Autor:

 

(...) ¿Por qué te inquietas? ¿Por qué te preocupas? Estar consagrado a Mí quiere decir:
Dejarse conducir por Mi.

Quiere decir: fiarse de Mi, como un niño que se deja conducir por su mamá.

Entonces debes habituarte a otro modo de pensar, a otro modo de obrar. No te toca a ti pensar lo que es para tu bien; no hagas proyectos, no construyas el mañana, por que – fíjate – Yo lo disipo todo y luego tu quedas mal...


¿Por qué no quieres fiarte de Mi? Deja que sea Yo la que construya – momento a momento – tu porvenir.

A ti te baste decir, como un verdadero niño: “ ¡Madre, me fío de Ti, me dejo conducir por Ti!. ¿ Dime qué debo hacer? “.

Deja también que a través de ti sea Yo la que obre, para esto ¡Cuán necesario es morir a ti mismo! Por eso es preciso que te habitúes a sufrir: A no ser comprendido, a ser olvidado, a ser también, un poco pisoteado.

¡Cuánto te duele esto! ¿Verdad?

Pero cuando hables de la Consagración, de cómo deberán confiarse totalmente a Mi, entonces podrán mirar a tu persona y tu mismo serás un buen ejemplo para ellos.

No sufras demasiado, hijo: ¡TE AMO, TE AMO, TE AMO TANTO!!!
¡ ¡ ¡ ¡NO TENGAS MIEDO!!!!
¿NO ESTOY YO AQUÍ, QUE SOY TU MADRE?