Dice el maestro...

Autor: Paulo Coelho

 

 

Cuando decidimos actuar, es natural que surjan conflictos
inesperados. 
Es natural que surjan heridas en el transcurso 
de estos conflictos.

Las heridas se curan: quedan las cicatrices, 
y esto es una bendición...

Estas cicatrices permanecen con nosotros
el resto de la vida, y nos van a ayudar mucho.

Si en algún momento, por comodidad o por cualquier
otra razón, la voluntad de volver al pasado es grande,
basta con mirar hacia ellas...

Las cicatrices nos mostrarán la marca de los grilletes,
nos recordarán los horrores de la prisión,
y continuaremos caminando hacia adelante...