El pasado

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Hace poco reflexionaba sobre los tiempos pasados, aquellos que fueron hermosos y ahora me llenan de nostalgia. Tuve entonces la tentación de sentir como los años habían pasado, y dedicarme a recordar con nostalgia los "buenos tiempos" que ya no volverán.

Sin embargo la vida, al igual que toda buena obra o película tiene etapas.

Cada una muy diferente de la otra y que deben llevar el orden lógico para dar continuidad.

Cada una de las etapas de nuestras vidas nos ha hecho quienes somos hoy.

Hemos aprendido, hemos fallado, pero Dios nos ha dado la fuerza para llegar hasta ahora.

Que es la edad más que un registro de nuestros logros y de todas las cosas que Dios nos ha dado o ha permitido solo para hacernos mas fuertes.

Bien decían una vez: "Viejos los cerros, y reverdecen", así mismo cada día nos da la oportunidad de vivir un mejor día sin importar cuantos atardeceres hayamos visto.

Cada momento de nuestras vidas es único e irrepetible, y en vez de perder el tiempo lamentando que el pasado se ha ido debemos forjar un buen presente, para siempre tener un edificanete camino recorrido.

La Biblia dice que la vida es como neblina, que en un segundo pasa y desaparece. Y qué mayor motivo para aprovechar cada momento de nuestra vida para tener un buen camino recorrido, y al final poder decir como dijo San Pablo: "He peleado la buena batalla" y estar satisfechos con lo hemos hecho de nuestras vidas.

Lo mejor de esto es que si lees esto, es porque tienes aún la oportunidad de mejorar lo día a día entregas, dando lo mejor de ti en esta etapa de tu vida, sea cual sea en la que te encuentres. No valla a ser que por estar recordando el pasado, dejes de vivir el presente y por ende, de forjarte un futuro.

"Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin de mundo" fueron unas de las últimas palabras de Jesús. No temas al futuro, ni mires con dolor el pasado pues en cualquier momento de la eternidad que te encuentres, solo hay una cosa segura...Jesús ha estado, está y estará a tu lado, no temas.