El sentido del humor

Autor: Mons. Rómulo Emiliani, c.m.f.

Enviado por: Pastor Esquivel

 

El sentido del humor es una de las cualidades para destacarse en la vida. Se consigue viendo todo desde un ángulo muy especial: el ángulo de la alegría. Cuando se tiene optimismo, esperanza y deseos de vivir, se tiene entusiasmo, motivaciones y sociabilidad. Además, si usted agrega sentido del humor, jocosidad y agradabilidad, le permitirá convertirse en una mejor persona. Cuando se tiene ese sentimiento especial por el cual se ve el lado simpático y gracioso de las cosas y se ríe uno sin ofender a nadie, sin destruir, sino simplemente por reír y festejar un poco las situaciones que nos da la vida, usamos nuestro sentido del humor.

El sentido del humor es un gran remedio para las tensiones; uno es capaz de reír en medio de las preocupaciones, del trabajo fuerte y del dolor que producen las espinas de la vida. El sentido del humor es ver la vida no tan dramática, no tan conflictiva, no tan tensa. Reír es añadir a nuestro convivir, a nuestro existir, un aire especial de alegría. Reír es provocar un entusiasmo especial en el ambiente y extraer de la vida su néctar de festividad. Reír es hacer del mundo un lugar de convivencia pacífica, de manifestar que somos pacíficos, que no queremos ser agresivos, que no apretamos los dientes en señal de cólera ni empuñamos las armas de la violencia. Reír es demostrar al mundo que se puede ser feliz con la paz y el amor.

El que ríe sanamente es un hombre bueno. La sonrisa y la risa nos permiten demostrar con nuestro rostro que somos amantes de la paz, que no somos violentos y gustamos de la gente. La risa nos permite, en medio de nuestras responsabilidades y dolores, ver la vida no tan seriamente, no coger todo "tan a pecho", sino dentro del más sano juicio, relativizar todo y darse cuenta que sólo hay un absoluto: Dios.

Aprender a reír es aprender sabiduría. Las personas sonrientes y de buen humor donde quiera que van son un bálsamo que calma las heridas, son alegres, entusiastas y en cualquier parte suavizan tensiones. Son personas que provocan terapia emocional comunitaria, en la que todos comienzan a sentirse mucho mejor de lo que son.

Otra cualidad es reírse de uno mismo. ¡Qué gran terapia es aprender a no tomarse tan en serio! Sino verse a sí mismo con cierta gracia, gozando con las cosas curiosas que nos suceden, divertirse de esos tantos datos curiosos que pasan. Aprender a reírse de uno mismo es señal de madurez, de que uno se siente seguro de sí mismo.

El sentido del humor es necesario para la convivencia humana, transporta la alegría al mundo de una manera rápida, efectiva, sana y agradable. Favorece la comunicación humana. Debemos ver lo gracioso y simpático de la vida, sin perder la seriedad y la responsabilidad en aquello que debemos hacer. Una persona sonriente es una persona más relajada, más tranquila y más serena.

El sentido del humor, no implica burlarse de los sufrimientos y dolores que tiene la humanidad o una persona en particular. No es ridiculizar al hombre hasta pisotearlo en su dignidad, ni tiene que ver con lo grotesco, lo vulgar e inmoral. La sonrisa cuando es sincera produce efectos maravillosos en los demás. Transmite paz, serenidad y alegría de vivir. La sonrisa y la risa son un bálsamo que calma tensiones. Una leve sonrisa en sus labios es suficiente para levantar el corazón, mantener el buen humor, conservar la paz y embellecer su cara.

Sonría hasta que note que la constante seriedad y sobriedad han desaparecido de su vida. Sonría hasta producir en su corazón alegría. Irradie su sonrisa a los demás hasta que provoque la sonrisa en otros. La sonrisa produce muchas veces el milagro de hacer que el prójimo deje de llorar y de estar triste.

Sonría a los tristes, a los tímidos y a los que sufren. Sonría a los amigos, a los ancianos, a los jóvenes, a su familia y a sus penas. Sonría cada vez que pueda y verá como se convierte su pena en alegría y su dolor en gozo.

Sonría y aprenda a estar feliz. Sonreír aumenta el sentido del humor y mejora este mundo en que vivimos. Aprenda a estar más alegre y su vida va a cambiar. Ánimo y confíe que con Dios es posible, pues CON ÉL... USTED ES ¡INVENCIBLE!