¿Eres manantial o fuente seca?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

Libro: Momentos de paz

 

 

Me imagino que eres un manantial a cuyas aguas refrescantes se acercan tus amigos y amigas, tus familiares y todo el mundo para sentir el frescor de una persona nueva, alegre, radiante de gozo y de hermosura, si no física totalmente, sí al menos en tu mundo interior, que es, al fin y al cabo, el que vale para siempre.

Pienso en ti como una persona que derrama amor por los cuatro costados; un amor contagiante y suave como una caricia de niño en tu cara.

Pienso también que de tu vida salta un manantial tan bonito y tan bello que crea su derredor riachuelos que fecundan la vida de los otros con placidez, con júbilo humano y hasta eterno.

Pienso en tu manantial que alimenta los mares con tus aguas limpias y dulces. El mar te lo agradece.
Pienso en ti como una persona cuya armonía es tan fina como los cantos en las montañas verdes y blancas del Tirol, en Austria.

Pienso que vales tanto, que todas tus cualidades las desarrollas al máximo, y te conviertes en un ser creativo ante quien todos se sienten a gusto.

Pienso en ti como una persona que cultiva tanto los valores físicos, mentales, cordiales como los espirituales.

No seas nunca un ser cojo, es decir, muy desarrollado en algunos aspectos y descuidado en tantos otros que, todos juntos, forman o constituyen la sinfonía exacta y afinada de tu persona entera.

Sé manantial y nunca fuente seca.

¡Vive hoy feliz!