Esperar a Dios

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En la Biblia se nos habla mucho acerca de esperar en Dios.

Nunca se enfatiza esta lección lo suficiente.

Con mucha facilidad nos impacientamos de la tardanza de Dios.

Muchos de nuestros disgustos en la vida provienen de nuestras inquietudes y algunas veces del descuido o de la prisa.

No esperamos que madure el fruto, sino que insistimos en arrancarlo cuando está verde.

No podemos esperar la respuesta a nuestras oraciones, aunque las cosas que pedimos requieren largos años para que se nos preparen.

Se nos exhorta para que caminemos con Dios, pero a menudo Dios camina más despacio y muy frecuentemente Dios nos espera a nosotros.

Muchas veces dejamos de recibir la bendición que EL nos tiene preparada, por que nos vamos hacia adelante con EL.

De la misma manera perdemos mucho por no esperar a Dios, también perdemos mucho por esperar por demás.

 Hay ocasiones cuando nuestra fortaleza consiste en sentarnos calladamente. pero hay otras cuando debemos marchar con paso firme hacia adelante.