Estoy allá afuera 

Autor: Juan Carlos Pisano; María Inés Casalá

Libro: "Cuentos rápidos para leer despacio"

 

Había una señora que todos los días se dirigía a la Capilla del pueblo para rezar el
Rosario de las siete de la tarde. Era muy puntual y nunca faltaba.
Cuando se atrasaba porque las cosas de la casa o la cena le ocupaban más de lo
acostumbrado, iba corriendo por la calle para llegar a tiempo.
Tan rápido hacía las cosas para cumplir con el horario de su oración que, muchas veces, trataba mal a la gente en la fila del mercado o caminaba atropellando a los demás. Si algún mendigo le pedía una moneda en la puerta de la Capilla, ni lo miraba; estaba tan apurada que entraba veloz como un rayo.
Un día, "le pasaron todas". Se peleó con el almacenero, porque tardó mucho en hacer la cuenta de las cosas que había comprado; atropelló a una señora que tenía la bolsa llena de papas y caminaba lentamente; por último, le dió vuelta la cara a unos chicos que se le acercaban para pedirle unos pesos para comprar leche.
En su propia casa, las cosas no anduvieron mejor. Uno de sus hijos le pidió ayuda para hacer una tarea. Como se imaginan, le dijo que se la arreglara solo. El marido, que había llegado muy cansado de trabajar, tuvo la ocurrencia de conversar un rato con ella, mientras tomaban unos mates; lo dejó plantado con la pava de agua caliente en el patio.
A pesar de todos esos "obstáculos", salió de su casa, llegó a la Capilla casi a tiempo....y se encontró con que estaba cerrada.
¡¡ Cómo puede ser !! ¡¡ Le dió una rabia !!
Se metió por un pasillo lateral que bordeaba la casa parroquial, pero, nada. Todo estaba cerrado. Volvió a ir por la entrada principal y, precisamente allí, vió que en la puerta del templo había un cartelito clavado con chinches que decía: "NO ME BUSQUES AQUI... ESTOY ALLÁ AFUERA". JESÚS. 

(¿Por qué me llaman Señor, Señor y no hacen lo que yo les digo? Lucas 7:46