Hay un niño dentro de mí que quiere vivir

Autor: P. Renato Benassi C.R.

 

Un día me quedé mirando mi reflejo en el espejo, y vi un rostro marcado
con las señales del tiempo, ni siquiera el maquillaje era capaz de
ocultar los caminos de las lágrimas, los ojos de desesperación y una faz
llena de preocupación con las cosas más serias de la vida.

Me quedé sorprendido, pues nunca antes me sentí tan adulto y mirar esta
imagen me dejó con mucho miedo.

Por algunos momentos comencé a pensar en los tiempos en que era
solamente un niño, las veces que corría por la plaza, las horas que
jugaba con mis amigos, las ocasiones en que me quedaba en la ventana
esperando la venida de un hada madrina para realizar mis deseos, o las
veces que miraba una tienda de chocolates y quería comerlos, tiempos en
que siempre había una sonrisa en mis labios, en que la inocencia reinaba
en mi cuerpo y en mi vida, los tiempos en los que mi corazón estaba más
lleno de ternura y encanto, los tiempos en que yo tenía la capacidad de
enfrentar la vida sin el miedo de ocultarme.

Mi rostro en el reflejo del espejo, me dio una gran lección: Jamás puedo
olvidar que siempre seré un niño, y que dentro de mi corazón, una tierna
infancia va a existir y que si algún día llegase a olvidarlo, estaré
muerto para la vida.

"Que yo sea un adulto para seguir con responsabilidad y seriedad en mi
vida, y que sea un niño para emprenderla y vencerla"

Felicidades a todos los niños que viven a infancia y para todos aquellos
que son niños de corazón.