Jesús y el mendigo

Autor:

 

 

Cuenta el relato que, un día, un mendigo que acababa de colectar lo suficiente para comprarse algo para saciar su hambre, compró un pedazo de pan caliente y lo metió en sus alforjas. 
Dios decide visitarlo.- Él al enterarse de que el Maestro venía saltó de felicidad y pensó: 

"al fin Dios va a venir a visitarme y me va a dar todo lo que me hace falta".
Llegado el momento, Jesús se le aparece. El pobre hombre emocionado al reconocerlo se pone a llorar ante El, confesando su miseria y sus necesidades. Jesús, se le acerca, se arrodilla ante él y le pide que le de algo de comer.
El mendigo, primero se sorprende y luego se disgusta ante la actitud del Señor. 
-Por qué vienes a pedirme algo a mi, no ves que no tengo nada?, soy un mendigo, tú eres el Rey- 
El mendigo molesto saca de sus alforjas el trozo de pan que iba a comer y se lo da a Jesús. El Señor lo besa y se va contento.
-No me dio nada, sigo siendo pobre, sigo teniendo mucha hambre, y encima ahora ya no tengo nada para comer- Dijo desconsolado el mendigo.
Al rato el mendigo, abre en sus alforjas para ver si al menos le había quedado una migaja y descubre el mismo trozo de pan pero de oro puro.
El mendigo se pone a llorar diciendo: -
Qué bueno eres Señor, ya comprendí por qué viniste a pedirme lo único que tenía.