La ley de Dios 

Autor: 



¡Cuando Jesús vino abolió todas las demás leyes, 
menos el amor! 
Dio una ley que cumple todos los preceptos de la Biblia, 
nuevos o antiguos: ¡el amor!
¡El amor a Dios y al prójimo! (Mat.22:37-39) 
La Ley del amor, dada por Jesús, lo abarca todo, 
lo cumple todo y está por encima 
y más allá de toda otra ley. 
La única ley de Dios que hay ahora es el amor, 
y si algo se hace con amor, 
un amor verdadero y abnegado, aun sacrificadamente, 
con el amor de Dios, 
a los ojos de Él será perfectamente lícito.

No se nos juzga según lo bien que guardemos 
los interminables y rigurosos mandamientos 
de la antigua ley; sólo se nos juzga según 
cuánto amor sintamos, cuánto amor manifestemos 
y cuánto amor compartamos. 
Ahora Dios nos juzga considerando solamente 
si sentimos amor o no, si amamos u odiamos, 
y si todo lo que hacemos está motivado por el amor, 
o por el egoísmo y la falta de amor. 
Si nuestros actos provocan el bien o el mal. 
O si con ellos hacemos las cosas 
más fáciles o más difíciles.

La única regla por la que podemos guiarnos 
en todos los casos es: "¿Es por amor? 
¿Fue hecho con amor?" 
Según la Palabra de Dios, 
si sabes que estás obrando guiado por el amor, 
puedes seguir adelante por fe 
sin necesidad de preocuparte por ninguna otra ley, 
y sin que haga falta que ley alguna te respalde. 
Puedes actuar con libertad, 
conforme a la única ley de Dios, 
el amor. Así pues, ¡ama!