La meta

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¿Cuál es el agua que riega y fecunda los granos de mis esfuerzos”
La Meta: los ideales que deseas conseguir. Nunca me preocuparé porque
mis metas sean demasiadas elevadas, porque es preferible apuntarle a una águila y darle a una golondrina. 

Si tropiezas al tratar de alcanzar tus metas, no te desanimes, porque
todos los que han llegado muy alto tropezaron por el camino. El único
que no tiene peligro de tropezar es el gusano porque se mueve arrastrándose.

El sol que calienta los granos de ideales que quiero cultivar, será la
lectura de los consejos escritos en el libro. Los leeré muchas veces
hasta hacerlos míos, porque ese sol de buenas enseñanzas hará crecer
de manera admirable las plantas de mis éxitos que con tanto cariño
me propongo cultivar.

El viento que trae polen fecundante a la planta de mis ideales serán las palabras llenas de ánimo que me diré a mí mismo, y diré a los demás muchas veces. “Tú puedes mucho mas”. “Animo: no todo está perdido”. “Adelante, que a la vuelta de la esquina puede estarnos esperando el éxito”.

No cometas nunca el terrible crimen de creer que las grandes metas
no se hicieron para ti y que los grandes ideales son únicamente para otros.