Oración del cuerpo

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VISTA

Gracias Señor por haber podido contemplar a niños-as que juegan, que duermen, que sonríen agradecidos a cualquier propuesta que les hacemos.

Gracias por esa ternura entre dos personas que se quieren, esa mirada, caricia, gesto, etc

Gracias Señor por ese descanso plácido de nuestros mayores que nos han dado su vida y ahora descansan satisfechos.

Gracias porque a lo largo de nuestra vida hemos visto a gente que se ama, que comparte sin fronteras.

Gracias por el amanecer y la puesta de Sol: por los matices del cielo gris cuando va a llover; por la tierra bien trabajada, alineada, limpia.

Gracias por dos jóvenes que se dan la mano, por descubrir el nuevo día al mirar por la ventana: ha llovido, hace sol, está nevando.

Gracias por volver a ver a personas queridas, por la cara de relajado de un enfermo dolorido cuando le ponemos un calmante.

Gracias al poder contemplar a seres queridos muertos. ¡Cuánto nos ha dicho ese rostro!

Gracias por esa cara de emigrantes ocultas por un velo.

Gracias Señor

OÍDO

Gracias Señor por el oído que a lo largo de nuestra vida nos ha permitido escuchar el mar cuando fuimos a..., las tormentas que en la infancia nos daban miedo, la música del vals en aquella boda de...

Gracias Señor por haber escuchado las risas juveniles, las anécdotas de nuestras abuelas, los lloros a media noche de nuestros hijos, las declaraciones de amor que a veces fueron correspondidas.

Gracias por haber sido capaces de escuchar los gritos de las cárceles y de los hospitales.

Gracias por los síes y los noes dichos con seguridad, comprometidamente, con amor y por amor.

Gracias por los ruidos persistentes y monótonos que cuando los aceptas y los quieres desaparecen.

Gracias Señor porque muchas veces nos han reconocido algo que hemos hecho, porque nos han dado las gracias o un no importa mañana lo harás mejor cuando nos hemos equivocado.

Gracias por esas canciones con las que aprendimos a bailar. Gracias por ese mamá y papá escuchado después de varios días de estar fuera de casa.

Gracias Señor.

TACTO

Gracias Señor por el poco explotado tacto.

Gracias por las caricias sentidas y dadas, por el masaje amoroso y curativo; qué bien saben cuando es una mano amiga quien te lo da.

Gracias por la buena ducha en los momentos de calor, por las friegas cuando hace frío, por el apretón de manos, por esa mano que se apoya en el hombro o la mejilla;

Gracias por ayudarnos a reconocer a la gente cuando jugamos a la gallina ciega.

Gracias porque nos ayuda a descubrir nuestro cuerpo y el de compañeros y compañeras.

Gracias porque nos ayuda a saber si está la leche caliente cuando metemos en ella el dedo.

Gracias también por el otro tacto, el de saber cuando y cómo hay que decir algo a alguien.

Gracias Señor.

GUSTO

Gracias Señor por los pasteles y otros dulces: por el agridulce. por ese sabor de las aceitunas curadas en casa, la comida casera, la de las madres hecha despacio y con amor.

Gracias por esas cenas especiales con la gente que queremos, que posibilitan esas tertulias tan inolvidables

Gracias Señor por esa cerveza fría en días de calor. Gracias por el agua tan simple, sin sabor pero tan buena.

Gracias Señor por un sorbete de limón, por el gusto de un beso, del sexo compartido.

¡ Cuantas posibilidades Señor ! Gracias

OLFATO

Gracias por las plantas recién cortadas, por la tierra mojada cuando en los pueblos no había asfalto, quizás tan querida y suspirada porque era necesaria para el campo.

Gracias por el olor a hospital que nos cura, por el olor de la ropa de invierno del año pasado.

Gracias por la clavelina silvestre, tomillo, espliego, romero, del pino y de todas las plantas de secano.

Gracias por el olor de la fruta madura, del melocotón, de la manzana y del membrillo.

Gracias por el sudor tan especial y tan querido de la persona amada.

Gracias por el olor del café y de infusiones.

Gracias por el eucaliptus y por el pan recién hecho.