Las sandalias

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Hoy te ofrezco unas sandalias quizás, un poco gastadas, su dueño caminó mucho con ellas en sus pies.
Quizás un poco polvorientas, fueron largos y áridos los caminos que recorrieron.
Su dueño, hoy, quiere regalar estas sandalias, cualquiera puede usarlas, no importa blanco o negro, pobre o rico, sabio o ignorante.
Cualquiera puede usar esas sandalias. En cierta ocasión escuché a su dueño decir: "Sabes? son unas lindas sandalias, pero a veces me entristezco porque pocos quieren usarlas ".
¿Por qué no las aceptas tú? ¿Es temor, es egoísmo, es la duda lo que hoy te aleja de mis sandalias?
No temas, no temas a mis sandalias, yo mismo te las calzaré y ya verás, te sentirás cómodo con ellas. Te aseguro, que llegarás a amar mis sandalias."
"Al recorrer los caminos no trates de imponer el paso, deja que ellas te guíen." Ellas te indicarán la senda segura. Y, aunque el camino parezca oscuro, no temas, no serás confundido si te dejas guiar por ellas.
Pero, ven, quiero regalarte mis sandalias, para que hoy tu camines y para que hoy tus pasos sean los míos, para que hoy tu vida y la mía sean una.
Pero ven, no demores, quiero regalarte mis sandalias. 
No sabes cuán hermoso es el camino final al que te guiarán; ni siquiera lo imaginas. Sabes? yo soy el camino, la resurrección y la vida.
En el último día ellas te guiarán a Mí. Ese día recibirás el pago porque un día, aceptaste usar mis santas sandalias."