La voluntad Divina

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"Hágase la Voluntad de Dios" es la tercera petición del Padrenuestro, "la clave" para vivir en el Reino y para santificar el nombre de Dios (1). Y esta Voluntad Divina se manifiesta en tu vida en dos formas distintas:

1- "Aceptar" lo que Dios manda… la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, las riquezas y pobrezas, el aire, el sol, la lluvia, nieve, tormentas, primavera… ¡todos son regalos de Dios! (2)… y los debes aceptar no solo con resignación, sino con gozo, alabando a Dios por cada regalo en la vida, y dando gracias por todo y en todo, en cada momento y en todas circunstancias (3), como ya expliqué más ampliamente en el "Santificado sea tu nombre".

2- "Hacer" lo que Dios quiere que hagas en el hogar, trabajo, diversiones, en cada momento del día y la noche… y, ¿Cómo sabes qué es lo que Dios quiere que tu hagas?: Es fácil: La virtud más eminente, es hacer con gozo y amor sencillamente lo que se tiene que hacer…Hacer con gozo los deberes de estado, lo que tienes que hacer en el hogar, en tu trabajo, vecindario, llevando siempre como regla los mandamientos de Dios y de la Iglesia, que son como las leyes de tráfico para manejar un carro… divertirse y descansar también con sumo gozo… siempre sembrar en tu vida y en la de los demás el gozo, el amor, la paz… 

… En una palabra, "bien", hacer siempre el bien… ¡lo reconoces en la Voz de tu Conciencia!, que es el grito continuo de Dios en tu corazón… ¡bien sabes que haces el bien cuando lo está haciendo!… ¡y bien sabes que estás haciendo el mal cuando lo haces!... es el Espíritu Santo, tu Santificador que te está siempre a tu lado avisando, limpiando.
Quien hace la Voluntad Divina vive en el corazón del Señor, en el Reino, santifica el nombre de Dios, y es fuente de amor y dicha en su propia vida y en las vidas vecinas… quien hace "su propia voluntad", en vez de la Voluntad Divina, siembra infiernos en la vida… y la "propia voluntad" la haces cuando pecas, ¡cuando te grita la Voz de tu Conciencia!…
Esta petición es con frecuencia desfigurada: Pareciera a veces que el Señor tiene que hacer lo que manda el predicador al invocar la Palabra de Dios... ¡y no es eso!... es el predicador quien tiene que hacer la Voluntad de Dios, y no Dios hacer la voluntad del predicador... eres tu quien tiene que hacer la voluntad de Dios, y no Dios hacer tu voluntad.
Dile así a Dios: Señor, que no haga lo que yo quiero, sino lo que quieres Tu; no como yo quiero, sino como quieres Tu; no cuando yo quiero, sino cuando quieres Tu… ¡se siempre dócil al Espíritu del Amor!.

La Voluntad Divina es a veces mal entendida: No es la tirania de un Dios Todopoderoso que obliga a hacer lo que no queremos... muy por el contrario, la Voluntad Divina es el amor de Dios creando universos, redimiendo, santificando... es el océano de la vida, del gozo, de la la paz, del amor, de la luz, del perdón... la portadora de todos bienes infinitos de Dios... Es el Espíritu Santo, al Amor, que siempre está iluminando, limpiando, santificando.
Esta Voluntad Divina debe ser el respirar de tu vida, los latidos del amor en cada minuto del día… que tu voluntad sea siempre la misma que la Divina… que dejen de ser dos, para que se conviertan en la "unión con Dios", ¡en la vida y oración más bella de los más grandes santos!… en lo que fue Mi vida en la tierra, y la vida de Mi Madre, de la Virgen María… es el Don del Espíritu que satura y glorifica tu vida entera, ¡ya en la tierra!.

Trata de vivirlo desde ahora, en cada segundo del día, en las miles de tus pequeñas acciones: "Vive en la presencia de Dios, y serás perfecto", le dijo Yavé a Abraham (4)… y una forma muy bella y fácil de vivir en la presencia de Dios es vivir en la Voluntad Divina en cada acto del día!… ¡trátalo!… al levantarte, me lavo los dientes con gozo porque es Tu Voluntad. Me pongo las medias, porque es Tu Voluntad. Me pongo los zapatos porque es Tu Voluntad… Cojo la cuchara porque es Tu Voluntad… Desayuno porque es Tu Voluntad… Salgo a la calle con amor y gozo porque es Tu Voluntad… cada paso, cada palabra, cada trabajo, cada diversión, ¡porque es Tu Voluntad!…
… ¿Y cuando pecas, o dices bochinches, o haces impurezas?… eso no es la Voluntad Divina… ¡quedarás atrancado!… no podrás decir, ¡es Tu Voluntad!… pero poco a poco el Espíritu Santo te va a ayudar: Vas a dejar de mentir y de robar, ese vicio se va a acabar… en cada pecado dile a Dios: ¡Perdón, Señor, tu misericordia es infinita, en Ti confío!… y ahora sí puedes gritar, ¡porque es Tu Voluntad lo de amar y lo de perdonar!.

1- Mat.6:10… 2- Deut.32:39, Job 5:18, Eclco.11:14… 3- 1Tes.5:16-18, Efes.5:20… 4- Gen.17:1