Dios ama en silencio

Autora: Madre Teresa de Calcuta

El primer trabajo que tenemos que hacer con los enfermos graves, recogidos por las calles muchas veces, es lavar sus rostros y cuerpos. 

La mayoría ni siquiera conocen el jabón y la esponja les da miedo. Si las Hermanas no vieran en estos desgraciados el rostros de Cristo, este trabajo sería imposible. 

Queremos que se den cuenta de que hay personas que los aman de verdad. Aquí vuelven a encontrar su dignidad humana y mueren en un silencio impresionante.
Dios ama en silencio.