¿Me Amas ?

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¿Me amas?...preguntaste dulcemente y me miraste con ojos mansos.
Yo, inundado de amor, temblando dije: Sí, mi Señor, Tú sabes que te amo.

Entonces sígueme, te necesito: serás un jornalero de mis campos. Sólo carga la cruz sobre los hombros y deja a los demás...Anda mis pasos.
Te necesito para andar por el mundo predicando mi Palabra por tus labios, quiero seguir a los hombres por tus manos...Si me dices que sí, no habrá retorno, los que se vuelven no sirven en mi arado.
Yo respondí: Señor, estoy dispuesto a dar la vida si fuera necesario.

Y dejando atrás miles de cosas salí a recorrer el mundo de tu mano. Debí
aprender a dar la otra mejilla, a bendecir a quien me hiciera daño, a ser
cordero en medio de lobos; debí aprender a amar sin ser amado; debí moldear mi corazón y ser siempre pobre, paciente y manso.

También debí aprender a ser valiente cuando un día descubrí que ser
cristiano no es andar con la cruz colgada al pecho o transportar la Biblia
bajo el brazo...Ser cristiano, aprendí, es más que eso, es arriesgarlo todo
a cada paso, es jugarse la vida, dar la cara, y en buena o mala, estar
siempre de tu lado.

Me imaginé un camino hecho de rosas, pero encontré un camino hecho de cardo.
En busca de los triunfos resonantes probé el vino amargo del fracaso...
¡Cómo costó entender cuando decías!: No esperes bien si a mí me han hecho daño.
Mil veces me caí...pero mil veces seguí tu ejemplo, camino del calvario.

El mundo me atacó como fiera, y yo esperé encontrar un mundo manso...
Por caminar tus pasos fui agredido; queriendo hacer el bien fui rechazado, queriendo dar amor fui herido, queriendo la paz...me hicieron daño. ¡Cuántas veces...no sabéis cuantas!...pensé volver atrás sobre mis pasos.

Pero a pesar de todo lo vivido aún sigo caminando a tu lado. A veces cuando arrecia la tormenta, ya sin fuerzas...me suelto de tu mano...
Entonces, Tú te vuelves...y me miras...¿Me amas? me preguntas muy despacio.
Y yo igual que ayer...siempre respondo: "SÍ MI SEÑOR, TÚ SABES QUE TE AMO".