Mis pensamientos y mi imaginación

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

Libro: Momentos de paz

 

 

“Menudos pensamientos míos, ¡con qué rumor de hojas suspiráis vuestra alegría en mi imaginación”! (Tagore).


Te saludo hoy en el castillo sagrado de tus pensamientos. El murmullo de las hojas del bosque cercano me llevan a ti.

La corriente fresca de la cascada, con su blancura de nieve, acercan mis pensamientos a ti. Los nubarrones que cubre el cielo de este frondoso bosque encienden mi imaginación en vuelos silenciosos, suaves, impasible que me transportan a tu vera, a tu presencia.

Tú no la notas, pero estoy cerca de ti. Desde el tecleo del ordenador, presiento que tu alegría crece cuando recibas estas palabras que nacen del corazón y que, directamente van dirigidas al tuyo, como el perfume de una flor comunica el suyo propio a las otras flores.

¡Qué bello e imaginativo es viajar de mi hacia ti!
No cuesta nada: basta simplemente descubrir el poder de asombro que tiene la sensibilidad cuando se pone a descubrir seres que, aunque lejanos y desconocidos, los tienes junto a ti.

Escribía un hijo a su madre: Mira, madre querida, es tanto lo que te amo, que continuamente estás en mis pensamientos, en mis anhelos y en mis esperanzas.

El otro día, madre, cuando vi a mi futura mujer, sólo pensaba en ti. Quería verte en ella sencilla, amable, entregada, sacrificada y alegre.
Su imagen, su belleza y su amor me conducen al puerto dichoso que representas tú para mi. Suspiras y suspiro yo por ti y tú por mi.

¡Vive hoy feliz!