Nada entra la nada

Autor: 



Quiero ser como soy,
sin compararme con nadie;
quiero ser igual a mí,
para amarme como a nadie.

Sé que la vida es un tiempo,
sin tiempo en el universo;
y que mi paso por ella
es valioso para mi.

Es posible que al morir,
mi espíritu se desprenda
y viaje en el universo
para vivir otra vida.

Pero también es posible
que cuando muera mi cuerpo,
mi pensamiento se extinga
para convertirse en... nada.

Mirando está reflexión 
es que amo más mi vida,
porque puedo valorarla
en su máxima expresión.

Y aunque dejará de ser
lo que el hombre sueña ser:
Un pensamiento divino.
Jamás me arrepentiré
de haber vivido un instante.

Y mientras pueda pensar,
admiraré este prodigio,
como una obra de Dios.
Daré las gracias a diario,
por vivir un solo instante;
aunque después de mi muerte
sea nada entre la nada.