No pienses mal de ti

Autor: Walter Ríso

 

Se más benigno con tus acciones.
Afortunadamente no eres perfecto.

No te insultes ni te irrespetes.
Lleva un registro sobre tus autoevaluaciones negativas. Detecta cuáles son
justas, moderadas y objetivas.

Si descubres que el léxico hacia ti mismo es ofensivo, cámbialo. Busca
calificativos constructivos.
Reduce tus autoverbalizaciones a las que realmente valgan la pena.

Ejerce el derecho a equivocarte.
Los seres humanos, al igual que los animales, aprendemos por 
ensayo-error.

Algunas personas creen que el aprendizaje humano debe ser por 
ensayo-éxito.
Eso es mentira.
El costo de crecer como ser humano es equivocarse y "meter la pata" .
Esta ley universal es inescapable.

Decir: "No quiero equivocarme", es hacer una pataleta y un berriche
infantiles.
Es imposible no equivocarte, como lo es que no haya aceleración de la
gravedad.

Los errores no te curten. Sólo te recuerdan que eres humano.
Nuestra cultura pareciera preferir personas psicológicamente perturbadas
pero exitosas, a personas psicológicamente sanas pero fracasadas. Sin
embargo, el éxito aquí es secundario. De nada sirve si no se puede disfrutar
de él.

La insatisfacción frente a los propios logros y la ambición desmedida actúan
como un motor, pero por funcionar de manera sobreacelerada, suele 
quemarse antes de tiempo.

Eres una máquina especial dentro del universo conocido, no te maltrates.
Exígete, pero dentro de límites razonables.
No reniegues de tiSe más benigno con tus acciones.
Afortunadamente no eres perfecto.

No te insultes ni te irrespetes.
Lleva un registro sobre tus autoevaluaciones negativas. Detecta cuáles 
son justas, moderadas y objetivas.

Si descubres que el léxico hacia ti mismo es ofensivo, cámbialo. Busca
calificativos constructivos.
Reduce tus autoverbalizaciones a las que realmente valgan la pena.

Ejerce el derecho a equivocarte.
Los seres humanos, al igual que los animales, aprendemos por 
ensayo-error.

Algunas personas creen que el aprendizaje humano debe ser por 
ensayo-éxito.
Eso es mentira.
El costo de crecer como ser humano es equivocarse y "meter la pata" .
Esta ley universal es inescapable.

Decir: "No quiero equivocarme", es hacer una pataleta y un berriche
infantiles.
Es imposible no equivocarte, como lo es que no haya aceleración de la
gravedad.

Los errores no te curten. Sólo te recuerdan que eres humano.
Nuestra cultura pareciera preferir personas psicológicamente 
perturbadas
pero exitosas, a personas psicológicamente sanas pero fracasadas. Sin
embargo, el éxito aquí es secundario. De nada sirve si no se puede 
disfrutar de él.

La insatisfacción frente a los propios logros y la ambición desmedida 
actúan como un motor, pero por funcionar de manera sobreacelerada, suele 
quemarse antes de tiempo.

Eres una máquina especial dentro del universo conocido, no te maltrates.
Exígete, pero dentro de límites razonables.
No reniegues de ti