Pequeña carga

Autor:

 

Una vez, saliendo a la puerta de mi casa, se me acercó un niño pobre. Habrá tenido 8 o 10 años, la carita flaca, el pelo sucio, la ropa apenas lo abrigaba. Pero lo que más me impactó fue lo que traía en sus espaldas: colgado de sus hombros otro niño, que habrá sido apenas un par de años más chico que él.


El niño apoyó, con mucho cuidado, a su "pequeña carga" en el borde de un escalón y levantando apenas la cabeza, me miró y dijo. "Señor, ¿me podría dar unas monedas?, si quiere le limpio la vereda". 

Yo lo miré con cara de asombro por el peso que llevaba, entonces le pasé unas monedas y le pregunté señalando sus hombros: 

"¿no pesa esa carga?, él, sin vacilar, me miró a los ojos y me respondió: 

"No pesa, es mi hermano", y sin dudar, lo volvió a levantar sobre sus hombros, me dió las gracias y se fue.

¿Quien es tu hermano?