¿Podrías simplemente escuchar?

Autor:

 

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a darme consejos, yo interpreto que no escuchaste mi pedido.

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme el porqué yo no debería sentirme de esta forma creo que estás metiéndote con mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches y tú sientes que tienes que hacer algo para solucionar mi problema pienso que estás errado aunque te parezca extraño.

¡¡Escúchame!!

Lo que yo te pido es sólo que me escuches, no tienes que hablar ni hacer nada. Sólo escúchame.

A lo mejor es por eso que las oraciones a Dios funcionan, pues Dios es mudo y no trata de dar consejos ni arreglar las situaciones.

Por lo tanto ¿podrías simplemente escuchar?

Tenemos dos oídos y una boca; la Naturaleza nos muestra que estamos más capacitados para escuchar que para hablar.