Soledad

Autor: Phil Bosmans

 

 

Puedes estar solo sin volverte un misántropo. Puedes estar soltero y sentirte feliz y contento. Puedes, en cambio, estar casado, rodeado de gente y sentirte solo. La soledad es un mal moral que no se cura sencillamente poniendo a las personas unas al lado de las otras. Hoy más que nunca la gente se amontona angostamente en los edificios, en las casas de pisos y en lugares de vacaciones. Es precisamente allí donde advierte la más fuerte y pavorosa soledad. La soledad que hoy en día hiere a tanta gente nace de un profundo vacío espiritual, de la incertidumbre y de la angustia. Los mismos siquiatras no pueden hacer gran cosa. Entre otras razones porque no todos tienen dinero para pagar sus servicios.

Existen remedios para aliviar el mal, no para curarlo. El médico no tiene poder sobre las causas profundas de la soledad moderna. Esas son de naturaleza puramente espiritual; por tanto, el hombre debe curarse él solo. El espíritu y el corazón deberá crear una seguridad que sólo es posible en un clima de auténtico amor. Pero, cuanto más hayamos vendido nuestro corazón a cambio de cosas sin importancia tanto más somos incapaces de ese amor.

Tenemos miedo al silencio, a la apertura a Dios, a la plegaria. Buscamos soluciones en la oscuridad, en la "anestecia". Ya no nos sentimos en casa en ningún lugar. En todas partes nos sentimos en peligro. Tan sólo el retorno a Dios como a un padre que tiene nuestro nombre escrito en la palma de su mano puede hacer milagros.