Solo

Autor: Padre Ignacio Larrañaga

 

 

¿Quieres ayudar? Ayúdate primero tu.

Sólo los amados, aman, hasta la medida de la gratuidad.

Sólo los libres, liberan.

Sólo son fuentes de paz, quienes están en paz consigo mismos.

Los que sufren, hacen sufrir.

Los fracasados, necesitan ver fracasar a otros, los triunfadores ayudan a crecer y a triunfar a los demás.

Los resentidos siembran violencia, los que perdonan siembran  fraternidad.

Los envidiosos destruyen, los humildes y  generosos edifican.

Los que tienen conflictos provocan conflictos a su alrededor.

Los que no se aceptan no pueden aceptar a los demás.

Es tiempo perdido y utopía pura pretender dar lo que tú no tienes. Debes empezar por tí mismo.

Motivarás a realizarse a tus allegados en la medida en que tú estés realizado.

Amarás realmente al prójimo en la medida en que aceptes y ames serenamente tu persona y tu pasado.

Amarás al prójimo como a tí mismo , en la medida que te ames a ti mismo.

Para ser útil a otros, antes has de saberte útil.

Sé feliz tú y tu familia, tus hijos, tu círculo de amistades, tu centro de trabajo se llenará de tu felicidad.

Ser mejor padre, ser mejor madre, hijo, hija, maestro/a, esposo/a, profesional, abuelo/a, tío/a, novio/a, vecino/a, confidente, amigo/a, religioso/a, compañero/a,  es... ser mejor persona. Nuestras relaciones mejoran cuando con responsabilidad nos mejoramos nosotros mismos.