Solo queda lo que damos
Autor: Hno. Eugenio Magdaleno 



Sólo nos acariciará el amor que prodigamos. 
Sólo nos alegrará la sonrisa que regalamos. 
Sólo nos refrescará el agua que juntos bebimos. 
Sólo nos alimentará el pan que compartimos. 
Sólo nos cubrirá el vestido con que al prójimo arropamos. 
Sólo nos descansará la palabra con que reconfortamos. 
Sólo nos guiará la verdad que proclamamos. 
Sólo nos sanará el consuelo del enfermo que visitamos. 
Sólo nos librará la vida nueva del preso liberado. 
Sólo hará renacer la esperanza la mirada que al cielo dirigimos y las manos con que abrazamos. 
Sólo nos conducirá a la Vida la confianza que en el Padre depositamos. 
Así, la humilde solidaridad de cada día, como la flor que en silencio entrega su perfume, construye fraternidad y enriquece nuestras vidas... 
Porque sólo nos queda lo que damos.