Temores en el favor

Autor: Lope de Vega

 

Cuando en mis manos, Rey eterno, Os miro,
y la cándida víctima levanto,
de mi atrevida indignidad me espanto
y la piedad de Vuestro pecho admiro.

Tal vez el alma con temor retiro,
tal vez la doy al amoroso llanto;
que, arrepentido de ofenderos tanto,
con ansias temo y con dolor suspiro.

Volved los ojos a mirarme humanos,
que por las sendas de mi error siniestras
me despeñaron pensamientos vanos.

No sean tantas las miserias nuestras
que a quien Os tuvo en sus indignas manos
Vos le dejéis de las divinas Vuestras.