Un hombre nuevo...

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Dios le dijo a Saúl: 
"Haré de ti otro hombre" (1Sam.10:6) 
También se lo dijo a David, 
e hizo un nuevo hombre de él. 
Lo convirtió en otra persona. 
En cierto sentido, 
se trata casi de representar un papel. 
¡Pero cuando Dios te ha entregado un papel 
y tú eres capaz de hacerlo de todo corazón, 
con entusiasmo 
y verdadera inspiración del Señor, 
mediante el poder de Su Espíritu, 
te conviertes en esa creación divina!

Dios tiene Su propio plan. 
Dios tiene Su propia forma de hacer las cosas. 
Dios sabe lo que hace. 
Así que por el amor de Dios, 
deja que lo haga y acude a Él 
sólo para enterarte de lo que está haciendo 
y de lo que quiere que hagas tú. 
¡Lo que debes evitar 
es no cumplir con el ideal de Dios, 
lo mejor y más importante 
que Dios espera de ti! 
El tren que te llevará 
hasta donde puedas lograr algo importante, 
¡ese lugar particular 
que Dios te ha reservado en Su Reino!

Si estás dispuesto a ser lo que Dios quiere, 
no lo que ya eres, 
sino lo que Dios quiere, 
¡entonces sí que le servirás de mucho! 
¿Estás dispuesto, 
no a presentarle tu programa a Dios 
para que Él lo firme 
--ni siquiera a que Dios te presente el Suyo 
para que lo firmes tú--, 
sino a firmar una hoja de papel en blanco 
y dejar que Él la rellene sin saber siquiera 
cuál va a ser Su programa?