Vida retirada

Autor: Fray Luis de León

 

 

Qué descansada vida 
la del que huye del mundanal ruido 
y sigue la escondida 
senda por donde han ido 
los pocos sabios que en el mundo han sido!

Que no le enturbia el pecho 
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo 
se admira, fabricado 
del sabio moro, en jaspes sustentado.

No cura, si la fama 
canta con voz su nombre pregonera, 
ni cura, si encarama 
la lengua lisonjera, 
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento, 
si soy del vano dedo señalada, 
si en busca de este viento 
ando desalentado 
con ansias vivas, con mortal cuidado?
¡Oh campo, oh monte, oh río! 
¡Oh secreto seguro deleitoso! 
Roto casi el navío, 
a vuestro olmo reposo 
hallo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueño, 
un día puro, alegre, libre quiero; 
no quiero ver el ceño 
vanamente severo 
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves 
con su cantar suave no aprendido, 
no los cuidados graves 
de que es siempre seguido 
quien al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo, 
gozar quiero del bien que debo al cielo, 
a solas, sin testigo, 
libre de amor, de celo, 
de odio, de esperanzas, de recelo.